“Una palabra como respuesta para mi”
Me senté en la mesa vacía que se encontraba en el fondo de la cafetería. Cogí mi yogurt y mi irresistible barrita de fresa, le di una mordida con alegría absoluta. Adoraba estas cosas. Mi estomago cantaba gloria, gloria, gloria…
Y por tan entretenida que estaba no escuche al chico que estaba enfrente de mí. Me le quede mirando por unos momentos antes de preguntar:
-¿Piensas quedarte ahí parado mirándome fijamente?
-No.
-Bueno, pues no es lo que parece…-silencio-¿me podrías decir por que me miras tanto?
-No.
-Oh bueno, ni siquiera creo que pienses la magnitud de desastres que me causaron tus… miradas, puedo perdonarte la humillación pública que pase, lo que no soportare es que me hayas quitado mi chocolate, en estos momentos realmente te odio.
Una sonrisa arrebatadora se dibujo en sus labios. Me quede sin respiración, mi pulso empezó a subir a mil millas por hora y olvide como respirar.
Inhalar… no podía
Exhalar… ¿Qué jodidos exhalo si no inhale nada?
Sacudió su cabeza logrando que su cabello pareciera más desordenado, al estilo que jodidamente sexy soy. Los latidos de mi corazón cantaban bello, bello, bello…
Fruncí el ceño para mi misma. Mis órganos estaban cantando demasiado.
Cuando capturo el labio inferior entre sus dientes, mi sangre corrió a mil por hora. Me sentía asfixiada. Me levante abruptamente y salí corriendo lo mas rápido, esquivando estudiantes y me encerré en el primer salón que encontré vacio.
Tire mis cosas al suelo y me resbale poco a poco hasta quedar en el suelo sentada mi espalda contra la puerta. Abrace las rodillas contra mi pecho y recordé todas las veces que mi ex había tenido poder absoluto sobre mi en la cama y fuera de ella. Temía tanto perderlo que estúpidamente le había todo de mi, le abrí mi corazón por terror a que me dejase, a que aceptara a las muchas chicas que se le ofrecían…
Pensé que había sido el amor de mi vida. Realmente lo creí.
Sonreí atreves de las lagrimas, había conseguido la 3 relación de mi vida me había marcado profundamente.
Si, mi ex novio sin duda era atractivo y muy a mi pesar había tenido un gran poder sobre mi y comparado con el chico que con una mirada, el que hacia que pensara cosas prohibidas para hacer con el, y no solo contaba el hecho de que fuera la cosa mas ardiente que había pisado este planeta, no, había algo en el que me atraía irremediablemente, ¿Qué podía esperar?, ¿Qué poder tendría sobre mi?
Si, mi ex novio era atractivo y había tenido un enorme poder sobre mí. Ahora me enfrentaba al chico que me miraba era demasiado ardiente que hasta debería ser ilegal, ¿Cuánto poder tendría en mi?
Me seque las lágrimas y trate de tranquilizar mi respiración.
Saque un espejo de mi mochila y mire mi rostro.
No era nada anormal que después de llorar pareciera viuda reciente. Trate que con maquillaje lo cubriera lo suficiente y me mire de nuevo en el espejo, con cierta satisfacción, mínimo no parecía tan desgraciada.
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Mire el deportivo de nuevo y me fije que estaba vacio, ¿Dónde demonios estaba? ¿Y por que me interesaba tanto?
Eran la 1:58 de la tarde. La calle estaba lo suficiente llena de gente que no podía distinguir si estaba rondando cerca de su auto.
Suspire y arranque el carro para dirigirme a mi última clase. Esperaba poder llegar a tiempo.
Justo en el momento en que estaba apenas moviéndome para salirme de donde me había estacionado una sombra borrosa pasó delante del coche haciendo que yo frenara, y tambien que me quedara toda estupefacta en mi asiento.
Oh, dios mió, lo mate, mate a… a esa cosa.
Creo que quede en tanto shock, que ni siquiera podía moverme para ver que había atropellado. Enserio, intente moverme pero en mi mente pasaba que yo había matado a alguien. Alguien que estúpidamente se había cruzado en mi camino, en el momento equivocado.
Ok, creo que eso dicen los conductores cuando atropellan a alguien. “Se habían cruzado en el camino”
Salí del coche lo más rápido que me lo permitió para dirigirme hacia la parte de adelante donde había estado eso. Pero no había nada, me agache y cheque en la parte de abajo.
Fruncí el ceño. Estaba segura que había atropellado algo.
Camine alrededor del carro y cheque en los lugares donde podía haber quedado. No había nada.
No se si fue para comprobar mi salud mental o algo por el estilo. Pero cerré el carro y camine muy cerca de ahí, para ver si había huido y necesitaba ayuda medica. Tenia que hacerme cargo de eso, yo lo ó la arrolle con mi carro.
Mire la calle que estaba sola. Sola. Mire mi reloj y me di cuenta que eran las 2:05 p.m. La calle debería estar llena de gente que salía de sus escuelas y trabajos. Me quite el pelo que me había caído en la frente.
Estas loca.
Era lo que habría pensado si no me diera cuenta que todo estaba muy quieto. Cuando llegue al carro encontré un pedazo de papel en el cristal. Oh, no, una multa. Era lo único que me faltaba para completar uno de los perores días de mi vida, me dije con tristeza y cansancio, lo único que quería era llegar a casa.
Abrí la nota y me di cuenta que no era una multa, lo cual en mi interior dio un suspiro de alivio pero cuando leí la única palabra se me hizo un nudo en la garganta.
Venganza.
Definitivamente esa nota era para mí, pero ¿Por qué? ¿Qué había hecho para merecer venganza? Pensé en mi ex pero el definitivamente no me haría venganza, ¿acostarse con mi ex amiga, dejarme y vengarse? ¿Vengarse de que?
Mire la nota con cuidado notando desde lo descuidado que estaba el papel hasta la letra perfectamente escrita. Di la media vuelta al papel pero solo había arruguitas de lo mal cuidado que estaba.
En ese momento pensé que había sido mi hermana, o tal vez había sido… si me habían quedado sin ideas. Podría ser el nuevo chico pero no tengo la menor idea de por que se vengaría de mi, y con esa idea en la cabeza busque el deportivo pero ya no estaba.
Esto era una mierda.
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Al llegar al colegio descubrí que no había llegado ni a la ultima clase pero tenia que hablar con el chico nuevo, que aun no sabia su nombre. Mi boca se convirtió en una sonrisa por eso.
Me quede en mi carro escuchando música, más específicamente “You” de Special D.
Pero al parecer no debería esperar los 50 minutos, un carro deportivo negro apareció dos minutos después. Baje el volumen y me espere hasta que saliera del deportivo, cuando paso simplemente me quede mirándolo fijamente, tanta belleza en un solo lugar era realmente egoísta de su parte no compartirla con… alguien o con migo, sonreí ante el pensamiento
Mi corazón corrió a mil por hora cuando su mirada se encontró con la mía. Ninguno de los dos podía apartar la mirada del otro.
Pero me obligue a apartar la mirada necesitaba mas que un “no” para aclarar mis dudas y poder seguir creyendo que tengo salud mental.
Baje del carro y camine hacia donde estaba el, recargado contra su carro causalmente. Me pregunte si modelaba o algo parecido, o si salía en playgirl…
-¡Ey!-salude.
Me devolvió un seco asentimiento a modo de saludo.
Ok, chico de pocas palabras.
-Solo quería decirte que creo que comenzamos con el pie izquierdo-ninguna respuesta-ok, voy primero-estire mi mano-soy Elizabeth, pero me puedes llamar Lizzie.
Estiro su mano para tomar la mía. Cuando esto paso mil voltios pasaron atreves de mi cuerpo, mire nuestras manos juntas sorprendida. Esto no había pasado nunca. Mire su rostro perfecto y ví que a el no le afectaba así que como tonta deje de mirar nuestras manos y aparte la mía.
-Alexander-susurro con voz profunda.
Alexander… juguetee con su nombre dentro de mí. Alexander, sexy, oscuro… Mío. Solo mío.
Sacudí mi cabeza tratando de olvidar la idea, y sentí como me sonrojaba. Me obligue a soltar una sonrisita.
-Lindo, nombre, Alexander te va.
Me miro diciendo “¿Y?”
-Sip, bueno, ehmm… quería saber si de casualidad sabes quien podría haber dejado esta nota en mi coche-le enseñe la nota.
Ni siquiera la miro.
-¿Y por que yo podría saber quien dejo esa nota?
-Bueno, tú estabas cerca de mi carro cuando sucedió el accidente.
Encarno una ceja.
-Entonces, ¿tuviste un accidente y tu piensas que estuve ahí checando tu coche para ver quien dejaba esa nota?
Bueno si lo veía de ese modo…
Antes de que pudiera contestar.
-No ví nada, estaba con un amigo. Daniel, creo que tú lo conoces.
¡Daniel, lo conocía! ¡Daniel lo conocía! ¿Es que acaso tienen un club de chicos ardientes?
-Si, el es mi jefe.
¿Mencione que tambien seria como mi padre? Ok, ¿No?
-Aja, el y yo somos amigos de hace varios años.
Y luego caí en la cuenta.
-Oh, mierda, tu eres Alexander Black. Nuestro jefe, oh, mierda.
Sonrió.
-Creo que lo soy.
-Sabes, creo que debo de ir a hablar con él.
Sin duda Lizzie te llevabas el premio a la idiota ¡mas grande de la historia!, ¿como no lo vi venir? Un chico tan ardiente… no podía ser humano, y lo peor era que no pude haberme fijado en alguien mas inalcanzable que el, el jefe de jefes, aunque me gustaban los retos este sin duda, sobrepasaba todo lo que alguna vez quise.
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ESPERO KE HAYAN DISFRUTADO ESTE CAP SALUDOS Y COMENTEN!!!!!
BESITOS ANIUXX AND ME JEJEJEJE :)
